En espera a que un remolcador lo lleve a Vigo

En el muelle de Tablada reposa desde hace unos días un barco que transmite una imagen desvencijada, abandonada, como si de un viejo buque fantasma se tratara. Nada más lejos de la realidad, al menos de momento. Se trata del último barco construido en los Astilleros de Sevilla, botado, sin terminar, el pasado 25 de mayo.

El barco espera a que este fin de semana, previsiblemente el próximo viernes día 7, salga remolcado de las aguas del Guadalquivir, porque flota pero no puede navegar, hasta llegar a su destino: Vigo. AllíFactorías Vulcano, la empresa que se hizo cargo de la finalización del barco tras llegar a un acuerdo con su propietario, el Banco Santader, lo terminará una vez que encuentre un armador que defina el uso que le va a dar.

Fue en 2007 cuando la naviera finlandensa Viking Line encargó a Astilleros de Sevilla, ya privatizada, la ejecución de un ferry de 130 metros de eslora, capacidad para 1.500 pasajeros y 320 coches, que cubriría la ruta entre dos localidades suecas. Estaba previsto que el barco fuera entregado en julio de 2009, pero la fecha pasó y no había barco y entondes Viking Line rescindió el contrato con Astilleros y lereclamó los 44 millones de euros que había pagado por adelantado para la ejecución del ferry.

Con el cierre de la factoría naval sevillana, el barco quedóabandonado en las gradas de astilleros hasta que a primeros de este año el Banco Santander llegó a un acuerdo con Factorías Vulcano para finalizar su construcción.

El director general de Factorias Vulcano, José Luis Méndez, explicó a ABC que cuando entraron en las instalaciones de Sevilla, allá por el mes de febrero, el barco no tenía terminada la obra de acero, fundamentalmente el casco, tarea en la que se han centrado desde febrero hasta el pasado día 25 de mayo. Ahora hay que terminar algunas instalaciones y sobre todo definir la disposición interior según el uso que quiera darle su futuro propietario, una tarea que llevará en torno a un año y que no se ha podido realizar en Sevilla entre otras cuestiones porque «los astilleros no están operativos, lo están desmantelando».